domingo, 4 de marzo de 2012

Brasil y sus espasmos de mojigatería

Brasil, país que admiro y que además le guardo un especial afecto, no deja de asombrarme por esos espasmos de mojigatería que a ratos padece. Primero sucedió con Geysi Arruda, cuando un grupo de alumnos de la Universidad Bandeirantes de Sao Paulo (UNIBAN) casi que linchan a menina porque un buen día se puso una falda corta para asistir a clases. Una historia de happy end, si se tiene en cuenta que después a garota viró una celebridad, cobrando cheques con suficientes ceros a la derecha como para darle muy poca importancia al qué dirán. Y terminó participando en reality shows, posando para portadas de revistas como Play Boy, y hasta zambando en los carnavales, exponiendo su humanidad con muy poco tejido textil encima, diría que mínimo.

Hoy descubro a través de UOL, portal del Grupo Folha, que varios estudiantes entre quince y dieciséis años, la mayoría mujeres (lo que al parecer, acorde a la nota y las fotos que muestra el artículo original, idéntico le sucedió a unos cuantos muchachones) de la escuela estadual Dr. Alarico Silveira en Barra Funda, ciudad de Sao Paulo, no les permitieron entrar a su colegio por vestirse, según la opinión de la directora, muito sexy.

No concibo que algo así pase en un país que hoy día participa de la modernidad, desprejuiciado en apariencias, en una ciudad donde recién fueron numerosas las mujeres que se mostraron peladas, ya fuese marchando en medio de las coreografías o montadas encima de sus respectivas carrozas, al amparo del Carnaval 2012. Es absurdo que un empleado reprima, censure la manera de vestirse de un puñado de adolescentes, cual si se tratara de las reglas que funcionaban en el medioevo, y cuando dicha indumentaria nada tiene que ver con la simple insinuación de lo erótico.

Nada, ya lo dije al principio, Brasil no deja de sorprenderme. Se me antoja tal y como leyese en el blog Elias Jornalista, en un post refiriéndose a Geysi Arruda: O Brasil é mesmo um país maravilhoso, ao mesmo tempo que machuca, em seguida assopra. Que viene a ser más o menos en español, sin respetar la traducción al pie de la letra para apegarme a la idea, “un lugar donde te muerden y acto seguido soplan en la mordida...


Foto de una parte de los estudiantes que no fueron a clases,
que tomo de Folha de Sao Paulo


Foto de Geysi Arruda que tomo de Google